El mundo debe hacer "una transición" de las energías fósiles de aquí a 2050, propone borrador en COP28
El mundo debe efectuar "una transición desde los combustibles fósiles" de aquí a 2050, propuso un borrador de acuerdo de la conferencia climática de Dubái (COP28) que debería ser examinado este miércoles.
Esta transición energética, que implica abandonar las energías que han causado el calentamiento del planeta, debe acelerarse "en esta década crucial", añade el texto.
Con un día de retraso, la COP28, la mayor conferencia climática de la historia de la ONU, parecía lista para cerrar sus puertas.
Es la primera vez que la declaración de una COP menciona todas las energías de origen fósil: petróleo, gas y carbón.
El borrador deja de lado finalmente la expresión "eliminar progresivamente" ("phase out"), que una amplía mayoría de países deseaba.
Un pequeño grupo de naciones encabezado por Arabia Saudita, primer exportador mundial de petróleo, se oponía a ese término.
El texto señala que la comunidad internacional "reconoce la necesidad de profundas, rápidas y duraderas reducciones de gases de efecto invernadero", y para ello "pide a las partes que contribuyan" con una lista de acciones climáticas, "de acuerdo a sus circunstancias nacionales".
La primera acción es "triplicar la capacidad energética renovable" y "duplicar la eficiencia energética media" de aquí a 2030.
Luego "acelerar los esfuerzos para reducir progresivamente el carbón sin medidas de reducción", acelerar el uso de "combustibles con cero o bajas emisiones" y "efectuar una transición de los combustibles fósiles (...) de una manera justa, ordenada y equitativa".
Ello debe acelerarse "en esta década crucial para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050", es decir, que las emisiones sean totalmente iguales a las medidas de compensación.
"Si este texto es aprobado por los países representará un momento significativo. Durante décadas, las negociaciones climáticas de la ONU no han abordado la responsabilidad de los combustibles fósiles", reaccionó Stephen Cornelius, vicerresponsable de cambio climático de la organización Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
- Indignación de países -
La COP28 había empezado con buen pie el 30 de noviembre, cuando los países acordaron, tras apenas un año de negociaciones, un fondo de daños y pérdidas para los países más afectados por el cambio climático.
La presidencia emiratí organizó una enorme conferencia, con más de 80.000 delegados, todo un récord.
Pero rápidamente afloraron las tensiones entre una gran mayoría de países dispuestos a dar un paso adelante en el abandono simbólico de los combustibles fósiles, y los que se inquietan ante un cambio desconocido de matriz energético.
El presidente emiratí de la reunión, Sultan Al Jaber, que a su vez es el patrón de la compañía petrolera de su país, buscaba "un acuerdo histórico", pero su primer borrador suscitó indignación: apenas proponía una invitación a los países para que consideraran "reducir el consumo y producción de combustibles fósiles".
Y ello como parte de un abanico de posibilidades.
Durante dos días consecutivos, los negociadores de casi 200 países protagonizaron un forcejeo diplomático, habitual en las Conferencias de Partes de la ONU (COP), en las que todo debe decidirse por consenso.
"Esto no es el menú de un restaurante. Tenemos que hacer todas estas cosas", declaró el martes a AFP el ministro de Medio Ambiente canadiense, Steven Guilbeault.
- El gran paso adelante -
A pesar de todas las promesas, el mundo aumenta invariablemente sus emisiones de gases de efecto invernadero, y los expertos advierten que, de aquí a 2030, los compromisos de reducciones propuestos en Dubái solo representarán una tercera parte del sacrificio necesario.
El planeta vivió su año más caluroso desde que se tienen registros, aseguran los climatólogos.
La COP28 de Dubái tenía que ser el gran paso adelante, tras el balance del Acuerdo de París de lucha contra el cambio climático de 2015, realizado en septiembre.
El objetivo principal del Acuerdo de París es mantener el aumento de la temperatura mundial en un máximo de +1,5 ºC, idealmente, de aquí a 2050.
En juego está la salud del planeta, pero también los interrogantes de toda una transición energética que atemoriza a los países menos desarrollados.
"Son los países del Norte los que explotan el petróleo en mi país. ¿Y qué nos dan para que abandonemos (esas fuentes de energía)?" se preguntó ante periodistas la ministra de Medio Ambiente de Congo, Arlette Soudan-Nonault.
P.Ortiz--RTC