Una diseñadora china promueve la autoestima a través de la ropa de tallas grandes
En su taller en la ciudad de Cantón, en el sur de China, la influencer Amanda Yao desafía los estándares de belleza de su país -delgadez extrema, piel clara y rasgos infantiles-, y trabaja para promover la autoestima a través de su marca de ropa de tallas grandes.
En las redes sociales un dicho popular afirma que "ninguna mujer es hermosa si pesa más de 50 kilos". En videos virales algunas inclusive se jactan de usar ropa infantil o de apilar monedas sobre sus clavículas como símbolo de delgadez.
Contraria a esta tendencia, Amanda lanzó una marca de ropa de tallas grandes con diseños modernos, coloridos y elegantes, alejándose de los cortes imprecisos y los tonos oscuros "adelgazantes" que suelen asociarse con las tallas grandes.
"Quiero que mis clientas lleven prendas que reflejen su personalidad, no piezas sin alma diseñadas para disimular su cuerpo", afirma la creadora.
Amanda forma parte de un grupo creciente de mujeres chinas decididas a romper con los cánones de belleza tradicionales.
Para promocionar su tienda publica fotos de sus atuendos en la red social "Pequeño Libro Rojo" (Xiaohongshu, una especie de Instagram chino), donde suele lucir leggings y blusas entalladas durante caminatas en las colinas que rodean Cantón.
"¿Cuál es el problema si llevo una camiseta de tirantes y tengo brazos grandes?", escribe en una publicación dirigida a sus 15.000 seguidores, en la que declara sin pudor pesar 100 kilos.
Amanda fundó su marca de ropa de tallas grandes hace cuatro años, luego de varios años de estancia en Reino Unido. "Me di cuenta de que aquí era especialmente difícil comprar ropa", comenta.
Vestida con una falda verde y un cárdigan, muestra orgullosa una chaqueta de seda rosa de su marca Yue Design. La estilista busca inspirar a sus clientas a adoptar colores más vivos. "Nunca publico fotos mías con ropa negra", asegura.
- Productos más inclusivos -
En los últimos años algunas marcas chinas empezaron a diseñar productos más inclusivos.
La empresa de lencería Neiwai y la de pijamas An Action A Day lanzaron campañas publicitarias con modelos de tallas más grandes. Pero la mayoría de sus productos siguen sin estar diseñados para mujeres que pesen más de 70 kilos.
En las redes sociales la conciencia sobre el tema crece poco a poco. En Xiaohongshu el slogan "Rechaza la ansiedad corporal" aparece en casi 200.000 publicaciones.
Al igual que Amanda otras influencers comparten fotos de sus atuendos o sus comidas, ignorando las presiones para seguir dietas restrictivas.
No obstante, las publicaciones de Yao y otras figuras similares contrastan radicalmente con la mayoría de los contenidos. Una de las últimas tendencias en las redes consiste en publicar una foto propia pidiendo consejos para un cambio de imagen.
Los comentarios, a menudo crueles, promueven una representación idealizada de ciertos rasgos físicos, como la preferencia por un mentón puntiagudo en lugar de uno cuadrado.
La exposición constante a cuerpos considerados "perfectos" pone en riesgo a los internautas de "confundir su valor personal con su apariencia", señala Stephanie Ng, directora de Body Banter, una asociación de salud mental con sede en Hong Kong.
Este fenómeno puede tener consecuencias graves, como trastornos alimenticios o anorexia, advierte.
En China hay pocos datos oficiales sobre los trastornos alimenticios. Sin embargo el Centro de Salud Mental de Shanghái registró un aumento drástico en los pacientes tratados por estos problemas, pasando de ocho en 2002 a 3.000 en 2021, según medios oficiales.
Amanda asegura que las críticas solo fortalecen su determinación. "Quiero ayudar a las mujeres que se odian a sí mismas a cambiar la forma en que se ven", destaca.
A.Olsson--RTC