

Ucranianos esperan la paz antes de tener hijos
Cuando se da permiso de soñar, el soldado ucraniano Oleksandr se imagina siendo el padre de una niña y un niño.
Pero al continuar los combates contra los invasores rusos, decidió aplazar el sueño de tener hijos y congelar su esperma.
Desde el inicio de la ofensiva rusa en 2022, Oleksandr ha estado en el frente y su esposa, Katerina, vive refugiada en República Checa.
"Yo también quiero criar a mi hijo, no solo dejarlo con mi pareja", comentó a AFP el soldado de 36 años.
Oleksandr se imagina una vida en las montañas, rodeado de "mucho gatos".
Pero eso parece ser ahora una perspectiva distante porque, dijo, "no puedo hacer lo que quiero".
Congelar su esperma, como lo han hecho otros soldados, parece la opción lógica.
Una nueva legislación permite a los soldados congelar el esperma gratuitamente y muchas clínicas ya ofrecen el servicio.
"Quién sabe lo que puede pasar", comentó Oleksandr, al evocar la posibilidad de morir en combate o de que el estrés de la guerra reduzca su fertilidad.
En caso de morir, Oleksandr dice que quiere que su esposa de 33 años de edad utilice su esperma para embarazarse, algo que ahora es más fácil gracias a una ley aprobada el año pasado.
Para Oleksandr esto resulta tranquilizador pero le cuesta imaginar que su esposa tenga su hijo sin él, y prefiere no hablar de "cosas tristes".
Lo más importante para él es que Katerina tenga esa "opción".
"Sé que ella me ama mucho. Yo la amo mucho también", comentó Oleksandr, quien agregó que "todo va a salir bien".
- Pensar en el futuro -
Ucrania ya enfrentaba una crisis demográfica antes de la invasión rusa, pero la guerra la agravó.
La ONU calculó en octubre pasado que la población ucraniana, de 43 millones en 2022, había caído casi 19%.
Según la ONU, la tasa de natalidad es de menos de un niño por mujer, una de las más bajas del mundo.
Al gobierno le preocupa pero espera un "boom" de nacimientos después de la guerra.
Muchos civiles también congelan sus óvulos y esperma para tener niños en el futuro, en espera de tiempos mejores, aunque el número exacto no se conoce porque no hay estadísticas oficiales.
La clínica Feskov, en Járkov (noreste), dice que muchos más civiles están congelando su esperma y óvulos, algo raro antes de la guerra.
Vladislav Feskov señaló que la demanda llega "en oleadas", sube cada vez que la situación de la guerra se agrava.
La clínica permanece abierta pese a los constantes bombardeos rusos contra Járkov, una ciudad cercana a la frontera.
Ahora dispone de un laboratorio subterráneo y el material genético es almacenado en un lugar secreto lejos de los ataques de los drones rusos, indicó Feskov.
- Difícil tener pareja -
Daria Chernishova, una estudiante de 23 años, congeló recientemente sus óvulos porque dice que la perspectiva de ser madre en tiempos de guerra es "muy aterrador".
En algún momento aplazó la decisión de congelar, esperando que amainaran los bombardeos rusos.
Pero eventualmente decidió que el procedimiento era "necesario" porque "no sabemos lo que pasará mañana".
Chernishova vive actualmente en Járkov pero es originaria de Limán, una ciudad en el este de Ucrania de donde huyó en 2022 ante la invasión de fuerzas rusas.
Eso le dejó recuerdos traumáticos de mujeres que huían cargando niños pequeños en brazos.
También quiere tomarse el tiempo para hacer carrera y encontrar pareja antes de tener un bebé.
Dice que "lamentablemente" está soltera y que no es fácil tener pareja en Ucrania.
Se desconoce la cifra oficial de hombres jóvenes muertos en combate, pero es alta.
Agentes de reclutamiento militar patrullan las calles en busca de nuevos reclutas, haciendo más difícil tener pareja.
"¿Dónde podemos ir a encontrarnos o solo conversamos por Skype?", cuestionó Chernishova.
Dice que tal vez tenga que mudarse al exterior para "encontrar novio allí".
F.Thill--RTC