

El accidentado regreso de Barcelona a París sin electricidad
Como tantísimos otros turistas, Mickael Beal y su familia fueron este lunes a la estación de Sants de Barcelona para tomar un tren a París. Al llegar se encontraron con una multitud de viajeros ante las puertas cerradas.
El apagón masivo que privó de energía eléctrica a la península ibérica dejó varados a miles de turistas que, sin posibilidad de conectarse a sus teléfonos, no supieron qué alternativas tomar para desplazarse.
¿Qué hacer para regresar a Francia cuando la mayor parte de España está sin electricidad y con el tráfico ferroviario y aéreo fuertemente perturbado?
En Sants, la principal estación de ferrocarril de Barcelona, un grupo de franceses busca opciones tras saber que su tren de alta velocidad a París no partirá.
Pero sin internet en sus celulares es muy complicado.
Consultan a un policía y a otros viajeros y así se enteran de que cerca de la estación está a punto de salir un autobús que llegará a la capital francesa a la mañana siguiente y pasa por varias ciudades del sur de Francia.
Para Edith Lancry esta podría ser la opción que le permitiría llegar a Lyon a tiempo para ir a trabajar.
"Si internet vuelve, podremos pagar y esperamos encontrar un sitio en el autocar", dice a la AFP esperanzada esta mujer de 27 años, que estuvo el fin de semana en Barcelona para participar en una prueba deportiva junto a su pareja.
Mickael Beal, su mujer y sus dos hijos adolescentes confían también en poder subirse a ese bus.
De regreso de la playa, subiendo por las Ramblas, se dieron cuenta que algo fallaba cuando vieron que los populares puestos de flores estaban todos sin luces. Luego fueron rápido a la estación pero ya estaba cerrada.
"Nos tomamos esto con mucha paciencia y esperamos", comenta este padre de familia de 45 años, mientras pasan las horas sin que llegue el esperado autobús.
"Lo que me sorprende es cómo un país llega a estar desestabilizado y tarda más de cuatro horas en restablecer su red eléctrica", afirma.
- "Totalmente perdidos" -
Lo más desconcertante para estos turistas es no tener ninguna noticia de lo que está sucediendo.
"Estamos en medio de la situación y no sabemos absolutamente nada", acota la mujer de Mickael. "Sin internet, sin electricidad, estamos totalmente perdidos", insiste.
Porque, además de no saber qué ocurre y qué alternativas de transporte hay, pagar con tarjeta no es posible sin electricidad.
La mayoría de estos viajeros no llevan dinero en efectivo, así que no saben si podrán pagar el billete del autocar.
"El mundo se para si no hay internet, si no hay conexión", abunda Lancry.
Tres horas más tarde del horario previsto, llega por fin el autocar.
Entre miradas nerviosas, la quincena de viajeros cruza los dedos para que haya suficientes asientos libres.
Por suerte, hay sitio para todos. El viaje durará toda la noche, y no las seis horas del tren, y llegarán agotados, pero estarán satisfechos de haber encontrado una solución en un mundo como el de antes, sin internet.
Y.Lewis--RTC