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¿Sacrificar la Luna por Marte? Con Trump, la incertidumbre se cierne sobre la NASA
¿Qué pasará con el famoso programa espacial Artemisa? Un mes después del regreso del republicano Donald Trump al poder, aún reina la incertidumbre sobre el futuro de este proyecto que apunta a que los estadounidenses regresen a la Luna.
Ya durante el primer mandato del magnate (2017-2021) se había anunciado que el programa podría ser dejado de lado o revisado seriamente para reorientar los esfuerzos hacia Marte, un objetivo compartido de Donald Trump y su gran aliado, el empresario Elon Musk.
"Llevaremos nuestro destino hasta las estrellas, enviando astronautas para plantar la bandera de Estados Unidos en el planeta Marte", declaró el presidente en su discurso de investidura el 20 de enero, sin mencionar el regreso planificado a la Luna.
Musk, patrón de la compañía aeroespacial SpaceX y con gran influencia sobre el líder republicano, está obsesionado con el planeta rojo y aboga por saltearse la Luna en sus proyectos.
A falta de noticias de las autoridades sobre el tema, los recientes anuncios de salidas y posibles despidos han reavivado las especulaciones sobre una reestructuración de este programa insignia de la NASA, cuyo objetivo es establecer una presencia duradera en la Luna y desde allí preparar el terreno para futuras misiones a Marte.
- "Impredecible" -
La agencia espacial estadounidense formalizó este miércoles el retiro de uno de sus principales funcionarios y un acérrimo defensor de Artemisa, Jim Free.
"Ya sea que haya decidido irse o que lo hayan obligado a hacerlo, su partida es una prueba más de que el liderazgo en la agencia está cambiando", declaró a la AFP la analista de la industria espacial Laura Forczyk.
La gigante estadounidense Boeing, que desarrolla el megacohete SLS de la NASA dedicado al programa, anunció este mes que podría despedir a unas 400 personas hasta abril "para alinearse con las revisiones del programa Artemisa y las proyecciones de costos".
"Han aceptado los hechos", dijo Keith Cowing, excientífico de la NASA que dirige el sitio web especializado Nasa Watch.
Reina la incertidumbre, pero estos anuncios hacen pensar "que habrá un cambio", afirma Forczyk, quien espera modificaciones más o menos significativas del programa más que su cancelación directa.
Entre las posibles medidas se encuentran el abandono del costoso cohete SLS, cuyo desarrollo se ha retrasado, para dar prioridad a la participación de empresas privadas, con SpaceX en primer lugar, o incluso la cancelación de algunas misiones lejanas del programa.
Esto porque si se decide abandonar todo el programa, el objetivo de conquistar el planeta rojo, así como los objetivos geopolíticos de Estados Unidos, podrían verse socavados, advierte la experta.
- Posible revuelta en el Senado -
Un nuevo enfoque con objetivo Marte haría correr el riesgo de dejar vía libre a China, potencia rival, que ya anunció que quiere enviar una nave tripulada a la Luna en 2030.
La misión Artemisa 3, que debe llevar astronautas a la Luna por primera vez desde la última misión Apolo (1972), está ahora prevista para "mediados de 2027", después de varios retrasos.
El eventual abandono del cohete SLS en favor de uno Starship, actualmente desarrollado por SpaceX, reduciría el margen de maniobra de las autoridades en caso de dificultades y podría causar varios problemas legales y políticos.
Uno en particular sería el posible conflicto de intereses, dado que Elon Musk adquirió el estatus de asesor presidencial y los senadores republicanos deberían oponerse a ello.
Otro sería la amenaza sobre decenas de miles de puestos de trabajo en estados conservadores afines a los republicanos como Texas, Alabama, Misisipi y Florida.
A pesar de estos argumentos, todo es posible, advierte Forczyk, que recuerda: "El gobierno de Trump es impredecible y no tenemos ni idea de lo que Donald Trump o Musk tienen en mente".
T.Parisi--RTC