La Agencia europea aprueba un presupuesto en alza para mantenerse en la carrera espacial
La Agencia Espacial Europea (ESA) adoptó el miércoles un presupuesto de 17.000 millones de euros (suma similar en dólares) para los próximos tres años, informó el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire.
La cifra supone una fuerte alza de 17% pero inferior a los 18.500 millones reclamados por su director general, Josef Aschbacher.
Las principales partidas del monto aprobado por los 22 países miembros de la ESA estarán destinadas a programas de exploración espacial, de observación de la Tierra y de fabricación de lanzaderas.
Es un "gran éxito", se congratuló el ministro francés, para quien el presupuesto está "por encima de las expectativas". Francia ha aportado 3.250 millones de euros y se desconocen por el momento las contribuciones de otros países.
"Teniendo en cuenta el nivel de inflación, estoy muy impresionado por este resultado", dijo Aschbacher, asegurando que el presupuesto votado era "necesario para no perder el tren" ante la feroz competencia estadounidense y china.
El Viejo Continente no quiere quedar rezagado respecto a China o Estados Unidos, que invierten sumas colosales en sus actividades espaciales, sobre todo en la exploración.
La ESA pretende mantenerse como uno de los organismos más poderosos del ramo en plena revolución del "New Space", la nueva carrera del espacio marcada por la multiplicación de los actores privados, con la estadounidense SpaceX a la cabeza.
- Nueva promoción de astronautas -
Si la ESA obtiene los fondos requeridos, estos se destinarán a la observación de la Tierra (3.000 millones de euros), el transporte espacial, sobre todo de la lanzadera Ariane 6 (3.300 millones) o a la exploración humana y robótica del espacio (3.000 millones).
Y casi todas las partidas presupuestarias de la ESA aumentarán, con la excepción de los programas científicos (3.000 millones de euros), que solo se ajustarán al nivel de inflación.
Las negociaciones se auguran arduas, sobre todo respecto al dinero destinado a las lanzaderas, una cuestión crucial para que la UE disponga de una política autónoma sobre el espacio.
La soberanía europea se vio debilitada por el retraso en el proyecto de Ariane 6, considerado como una respuesta a SpaceX, y por la guerra en Ucrania, que privó a la agencia europea de las lanzaderas rusas Soyuz.
De hecho, la ESA tuvo que recurrir a los servicios de la empresa de Elon Musk para lanzar dos misiones espaciales.
La cuestión de las lanzaderas suele provocar "tiras y aflojas" entre Francia, Alemania e Italia, reconoce Philippe Baptiste, presidente de la CNES, la agencia espacial francesa.
Estos tres países al final llegaron a un acuerdo para garantizar la futura explotación de los cohetes de Ariane 6 y de su hermana pequeña Vega-C.
La agencia también anuncio su nueva promoción de astronautas, que incluye a tres hombres y dos mujeres, entre ellos la piloto de pruebas de helicópteros francesa Sophie Adenot, así como a los españoles Pablo Álvarez y Sara García.
La promoción, elegida entre casi 23.000 aspirantes, es la continuación de la de 2009, que generó una auténtica locura por la aventura espacial entre los jóvenes europeos.
Ch.Schroeder--RTC